Siempre supe que quería sembrar una semilla, dejar un legado y conectar con personas dispuestas a involucrarse en esta causa. Anhelaba que mis hijos reconocieran las necesidades que nos rodean, pero, sobre todo, que pudieran admirar a quienes desean crecer y superarse en la vida.

Durante mucho tiempo intenté identificar una comunidad con la cual pudiera colaborar, y fue a través del deporte que conocí a una persona especial: un joven muy talentoso, lleno de metas y aspiraciones, a quien tuvimos el honor de apoyar en su camino educativo. En ese instante, comprendí que había encontrado la respuesta que tanto buscaba.

Decidí que no había mejor manera de impactar vidas positivamente que apostando por los jóvenes, quienes, a veces, a pesar de su gran talento, carecen de los recursos necesarios para cumplir sus sueños tanto deportivos como académicos. Soy una firme creyente de que el deporte y la educación deben ir de la mano; se complementan y cada uno deja su fruto.

¡Y así es como estamos aquí, apoyando a nuestros jóvenes talentos, porque cada joven que logramos respaldar es un verdadero TRIUNFO para nosotros!